Bueno, bueno... pues ya estamos en el 2018.
El tiempo pasa cuando estamos ocupados, ¡vaya si pasa!
Para mis últimas clases he usado esta actividad que muestro en la imagen. Son las uvas de la suerte.
Me ha encantado este ejercicio porque me ha hecho pensar en todas las cosas que deseo y en todos los propósitos. La cosa preocupante ha sido ver que algunos alumnos sólo tenían uno o dos propósitos y enfrentaban la cosa como algo negativo. Me gustaría pensar que era porque todos sus deseos se han cumplido y porque sus vidas están completas... pero os puedo asegurar que no es así.
Yo rellenaría como otras 24 uvas.
Además, estoy contenta de anunciar que este año por fin me las pude comer, aunque eran pequeñitas.
Bueno, yo este año voy a hacer todas las cosas que veis en mis uvitas, pero también voy a patinar sin importar que haya piedras por la calle y que la gente me mire y voy a dar el máximo para quitarme la pereza, que este inicio de año ha invadido mi cuerpo.
¿Y tú? ¿Qué propósitos tienes?